Diego Mas

 

Soy veterinario clínico equino desde 1987.

En 1991 recibí una coz de una yegua que me generó un problema médico severo. Los médicos consultados me garantizaron un año de cama y dejar de trabajar con caballos.

Buscando soluciones un amigo me llevó con muchas reticencias, por mi parte a que me atendiera una osteópata vasca. Allí se me acabaron los dolores y pude hacer vida normal.

A partir de entonces comencé a ver que mi trabajo como veterinario tenía demasiadas lagunas. No siempre podía llegar a encontrar el origen del problema y trataba síntomas.

Años de búsqueda me hicieron llegar a una filosofía de prevención de enfermedades y lesiones. Alargaba, así, la vida deportiva y reducía los gastos y disgustos del propietario.

En mi búsqueda de ese equilibrio estudié osteopatía primero y quiropraxia para animales, después. Mejoró mucho mi visión y encontré muchas causas de “cojeras sordas”. Como los jinetes son una parte importantísima en el rendimiento deportivo y también necesitan trabajar sin dolores ni rigidez, estudié osteopatía humana. Actualmente, trabajo en los 3 campos intentando evitar las lesiones y minimizando el dolor de los pacientes.