Se define el estado de salud como “el completo bienestar físico, mental y social, y no la mera ausencia de enfermedad”
Estos conceptos que han servido para definir la salud los ilustra la OMS mediante un triángulo equilátero, en el cual, cada lado representa un lado en cuestión y simboliza el equilibrio si sus tres lados permanecen iguales:

Sus lados son: físico, mental y social.
En este artículo me dedicaré al tema meramente físico/estructural, el cual está basado en tres puntos:
1) Aplomos
2) Esqueleto
3) Boca

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1) Aplomos
Sin casco no hay caballo. Frase que define perfectamente que la base de apoyo de toda la estructura de estos cuadrúpedos tiene que ser correcta.
El casco es un estuche córneo vivo y elástico que protege y soporta una serie de estructuras internas que, a su vez, soportan todo el peso del animal. En este artículo solamente mencionaré un detalle de biomecánica que permitirá que entiendan la enorme importancia que tiene que los caballos estén perfectamente aplomados.

El casco en su interior tiene un hueso con forma de croissant llamado tercera falange o tejuelo. En sus ramas – lo que serían los cuernos de ese bollo- se apoyan dos estructuras semiduras llamadas cartílagos laterales. Deben estar siempre elásticos. Se pueden palpar justo por encima y en el interior de los talones.
Cuando el caballo se mueve se produce un mecanismo de bombeo de sangre dentro de los cascos. Así se acumula momentáneamente por debajo de la tercera falange, un colchón de sangre para amortiguar el impacto contra el suelo cuando ese casco aterrice.
Ese acúmulo de sangre en la base se produce gracias a que las ramas de el tejuelo se desplazan hacia atrás y arriba durante el movimiento de aterrizaje permitiendo, así, que los cartílagos bloqueen la salida del flujo sanguíneo.
Es por ello que el aplomado del caballo debe ser perfecto para permitir el libre movimiento de ascenso y descenso del hueso dentro del estuche córneo.
Este tema es clave para la salud de los caballos a largo plazo ya que si los cartílagos laterales se ven comprimidos envejecerán prematuramente. Y el equino sufrirá dolor de manos principalmente y su rendimiento deportivo dependerá cada día más de los medicamentos ¿ Cuántos caballos recuerdan cuya longitud de paso se fue acortando? ¿ Y cuántos comenzaron a rehusar saltar en pistas duras?

2) Esqueleto

Se trata de un animal único dentro de los vertebrados conocidos porque, entre otras características, no tienen clavícula. Por ello no pueden abrir lateralmente los miembros anteriores.
sacro desviadoY también son especiales porque en su cadera el sacro y las vértebras coccígeas ¨cuelgan¨ de los huesos ilíacos en vez de apoyarse en ellos. Entonces toda la columna vertebral , que comienza en la nuca y termina en la cola, no tiene punto de apoyo en su parte final.
Ese sacro ¨colgante¨ obliga a las últimas vértebras lumbares a trabajar en exceso durante la práctica deportiva y es uno de los motivos por los que los caballos tienen mucho menor recuperación muscular después de un esfuerzo que una persona o un perro que realicen deporte. Esa región del caballo un frágil equilibrio cuando trabaja por lo que se favorecen los bloqueos vertebrales lumbosacros provocando que vuelque una parte mayor de su masa corporal en los miembros anteriores- los quiropractas consideramos que gran parte de las enfermedades del hueso navicular tienen su origen en una lumbalgia crónica. Pueden observar detenidamente las puntas de los cascos de los pies de sus caballos y comprueben que no tengan un desgaste asimétrico entre uno y otro miembro posterior. Y pregúntenle a su herrador si a su corcel le resulta un poco más difícil dar el pie para herrar. Esos son dos datos fáciles de chequear que revelarán la salud de su sacro-

3) Boca

La gran olvidada de la Medicina y poco interesante para jinetes y veterinarios. Pero nada más lejos de la realidad, ya que es una estructura viva, sensible, en constante transformación, donde residen las primeras dos patas del caballo.

Los potros nacen con los incisivos o estos pueden erupcionar en los primeros 15 días de vida. A las 4 a 6 semanas salen los medianos y los extremos asoman entre el 6º al 9º mes. A partir de los 2 años comienzan a cambiar por piezas permanentes hasta los 5. En ese momento se dice que la boca está cerrada, pero sigue su evolución hasta la muerte del animal.
Los profesionales nos preocupamos por los dientes de lobo y los picos que se generan en los premolares y poco más, descuidando el examen de la correcta oclusión y los movimientos laterales y antero posteriores de la mandíbula, así como examinar la articulación temporomandibular ( ATM). Esta articulación bilateral es importantísima en la biomecánica del caballo y del jinete. Cada articulación tiene un disco que es estabilizado por los ligamentos.

La masticación está basada en la repetición de movimientos cíclicos ( hasta 40 mil por día) y rítmicos de contracción de todos los grupos musculares, asociados a la apertura y cierre de la mandíbula.
Los músculos principales son los maseteros (de los más poderosos del cuerpo al contraerse), los temporales y los pterigoideos mediales. Ellos cierran y lateralizan la mandíbula. La inervación procede del 5º par craneal. Llamado nervio trigémino, el cual es mixto: sensitivo y motor. Percibe la información sensitiva de la cara e inerva los músculos de la masticación. Cuando se enferma genera fortísimos dolores de cabeza en los seres humanos (en los caballos, aunque no están descritos aún, mi sospecha es que sí afecta al animal)

El movimiento de masticación tiene 3 fases: apertura, cierre y desplazamiento. Os recuerdo que se repite unas 40 mil veces por día durante toda la vida del animal. Es por ello que las articulaciones mandibulares deben estar perfectamente libres en sus movimientos y sin desgastes articulares.
Un incorrecto crecimiento de molares y/o incisivos, así como un desalineamiento en la mordida pueden generar alteraciones en la biomecánica del animal, patologías en bolsas guturales y vértigo (la ATM es vecina del oído interno).
Una mano dura del jinete al tirar de las riendas provoca tensión en estas articulaciones. La defensa de la zona ante el dolor es contraer los potentes músculos y ligamentos regionales, arrastrando, por simpatía, a los huesos temporales y occipital. Este último se asocia con el atlas y lo tiende a rotar. Cuando esto ocurre, las meninges son retorcidas cómo una toalla mojada y traccionan del sacro.
Cuando hueso sacral se bloquea, altera la potentísima musculatura regional: piramidal de la pelvis, longisimus dorsii, glúteos, psoas,… y se creará un fuerte desequilibrio en el animal. Entre otros problemas, el caballo volcará su peso más aún en las manos para aliviar el dolor de sus extremos (boca y grupa) tendiendo, así, a aparecer lesiones en miembros anteriores.
Otro actor importantísimo dentro de la boca es la lengua. Cuando un potrito nace, busca el pezón de la madre y hace un movimiento de cuña con la lengua para aprovechar la leche. Cuando se siente amenazado busca refugio en la misma zona de la yegua.

Cuando a un destete se le acerca un equino adulto y siente inseguridad, abrirá y cerrará la boca repetidamente moviendo la lengua como si estuviera mamando. Por ello, si masajean la lengua de su caballo se genera una respuesta vagal y el animal se queda muy relajado (La inervación motora de la lengua procede de los nervios hipogloso y vago). Este método se emplea para tranquilizar potros o caballos adultos que vayan a viajar o competir .

La lengua es una estructura formada por varios músculos. Hago mención especial en el Hiogloso, ya que en él se inserta el hueso hioides. Esta estructura discurre paralelamente por dentro de las ramas de la mandíbula. Es un hueso importante por sus inserciones para la actividad deportiva de los caballos, por el hecho de que parte de los músculos del cuello tienen ramas en él.
Por el contrario, una acción agresiva sobre esa estructura puede ser muy molesta y dañina para el caballo.

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CONCLUSIONES:

Los caballos, como nosotros, necesitan tener un equilibrio físico y todos nosotros deberíamos entender su manera de expresar su malestar cuando éste se altera.
En mi trabajo convivo a diario con pacientes con dolor en mayor o menor grado e intento ayudarlos a llegar a ese tan fundamental equilibrio corporal. Y os dejo con una frase que debería ser de cabecera en todos los que nos dedicamos a convivir con los equinos:
La ausencia de síntomas de dolor no implica que no existan desequilibrios.